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El oro se mantiene como refugio en tiempos de crisis

El oro se mantiene como refugio en tiempos de crisis

17/06/2025
Felipe Moraes
El oro se mantiene como refugio en tiempos de crisis

En 2025, la economía mundial encara retos sin precedentes: inflación elevada y conflictos geopolíticos ponen a prueba la estabilidad de los mercados y la confianza de los inversores. Ante esta tormenta de incertidumbre, una vez más el oro emerge como el activo tangible con liquidez global que protege el patrimonio y actúa como faro de seguridad.

Este artículo explora por qué el metal dorado conserva su atractivo en tiempos convulsos, analiza cifras recientes que respaldan su demanda creciente, compara alternativas de refugio y ofrece consejos prácticos para quienes buscan blindar su cartera.

¿Por qué el oro sigue siendo un activo refugio?

El concepto de “activo refugio” se refiere a aquel instrumento que resguarda el valor del inversor cuando las divisas y los mercados accionarios se desploman. En este contexto, el oro conserva tres características fundamentales:

  • Protección frente a la inflación: cuando las monedas pierden poder adquisitivo, el oro suele apuntalar o incluso aumentar su precio real.
  • Liquidez global: puede venderse en cualquier parte del mundo, sin depender de intermediarios complejos.
  • Demanda constante respaldada por décadas: su uso en joyería, tecnología y reservas oficiales le otorga un respaldo sólido.

Históricamente ha servido como reserva de valor durante crisis políticas y económicas, desde la caída de mercados en 2008 hasta las turbulencias recientes en regiones de alto riesgo.

Demanda en alza durante crisis recientes

Durante las últimas semanas de 2025, la demanda de oro registró un nuevo pico. Tres factores clave explican este fenómeno:

  • Escaladas militares en Oriente Medio, que dispararon la aversión al riesgo.
  • Medidas arancelarias de Estados Unidos, que generaron preocupación por represalias comerciales.
  • Inestabilidad cambiaria en economías emergentes, donde el metal sirvió de escudo frente a la volatilidad.

Según Bloomberg Intelligence, cuando el índice de volatilidad VIX subió un 45 % en un episodio crítico de 2019, el oro mantuvo o elevó su precio, mostrando una correlación inversa cercana a –0,6 con el S&P 500. En Argentina, con una inflación anual superior al 100 %, el oro físico experimentó una estabilidad notable mientras otros activos sufrían caídas superiores al 30 %.

Factores que impulsan su atractivo en 2025

Además de los eventos de corto plazo, existen tendencias estructurales que fortalecen el rol del oro:

1. Crisis energéticas: la incertidumbre sobre el suministro de gas y petróleo impulsa la búsqueda de refugios seguros.

2. Debates sobre monedas digitales: la posible implementación del euro digital y la inestabilidad del dólar alimentan la incertidumbre ante el futuro monetario.

3. Políticas proteccionistas: anticipándose a nuevas barreras comerciales, muchos inversores realizaron compras de oro en fases previas a la aplicación de aranceles.

Estos estímulos convergen en un escenario donde el oro no solo preserva el valor, sino que atrae capital que busca seguridad antes de una eventual reversión a activos de mayor riesgo.

Ventajas clave de invertir en oro

El oro presenta beneficios claros que todo inversor debe evaluar:

  • Capacidad para diversificar carteras: reduce la volatilidad global de una cartera mixta.
  • Protección inflacionaria: su precio tiende a subir cuando la moneda local se deprecia.
  • Reconocimiento y aceptación global: facilita transacciones en distintos mercados sin complicaciones.
  • Liquidez inmediata: puede convertirse en efectivo con rapidez bajo presión de mercado.

Estas ventajas lo convierten en un pilar para equilibrar riesgos, especialmente en entornos donde la aversión al riesgo está en máximos.

Riesgos y consideraciones antes de invertir

Ningún activo es perfecto. El oro también implica ciertos desafíos:

  • Precio en niveles altos: tras subidas especulativas, el potencial de revalorización a corto plazo puede ser limitado.
  • Rendimientos moderados: a largo plazo, otros activos de mayor riesgo han superado al oro en rentabilidad.
  • Dependencia de factores regulatorios: cambios en impuestos y controles a metales preciosos pueden afectar la liquidez.

Por ello, es clave ajustar la exposición al oro según el horizonte de inversión y la tolerancia al riesgo de cada individuo.

Comparativa con otras alternativas de refugio

Además del oro, inversores suelen considerar otros activos defensivos. A continuación se presenta una tabla comparativa:

Los diamantes ofrecen un atractivo distinto por su escasez y certificación, aunque carecen de la transparencia global que caracteriza al oro. Por otro lado, bonos soberanos de bajo riesgo pueden complementar, pero no sustituyen la diversificación que aporta el metal precioso.

Perspectivas futuras y consejos para inversores

De cara a los próximos meses, es probable que el oro siga consolidando su papel de refugio mientras persistan tensiones en el tablero internacional y presiones inflacionarias. No obstante, la clave está en dos recomendaciones:

  • Determinar claramente el porcentaje de oro dentro de la cartera según objetivos y perfil de riesgo.
  • Vigilar la evolución de políticas monetarias y arancelarias que puedan influir en la oferta y demanda global.

Con estos lineamientos, el inversor puede aprovechar la seguridad histórica del oro sin renunciar a la oportunidad de reequilibrar su portafolio hacia activos de mayor rendimiento cuando las condiciones mejoren.

En conclusión, el oro continúa siendo un refugio probado incluso en 2025. Sus características únicas lo mantienen en el punto de mira de quienes buscan mitigar riesgos y preservar su poder adquisitivo en un escenario global cargado de incertidumbre.

Felipe Moraes

Sobre el Autor: Felipe Moraes

Felipe Moraes