Retirar dinero con tu tarjeta de crédito puede parecer una solución rápida, pero a menudo se convierte en una trampa de gastos y deudas crecientes. Cada vez más usuarios descubren las comisiones exorbitantes en cada operación y los intereses que acumulan desde el primer día.
En 2025, los bancos mexicanos han elevado las tarifas por disponer de efectivo con tarjeta de crédito, convirtiendo lo que antes era un recurso ocasional en un costo financiero significativamente mayor. BanCoppel subió en julio de 2024 su comisión estándar del 8% al 10% y la de Oro y Platinum del 5% al 7%.
BBVA, por su parte, aumentó su comisión en octubre de 2024 de 6.5% a 7%, mientras que Scotiabank aplicó el incremento más drástico, de 6.5% a 10%. Citibanamex mantiene su 6%, pero sus cargos fijos (entre $30 y $50 pesos por cada mil retirados) siguen siendo elevados.
Lo más peligroso no es solo la comisión, sino los intereses que comienzan a generarse desde el primer día. Retirar $1,000 con tarjeta de crédito puede costarte hasta $100 de comisión en algunos bancos y, además, ver crecer tu deuda con un CAT promedio de hasta 102.5% anual sin IVA.
Estos intereses se suman día tras día a tu saldo pendiente y pronto pueden superar con creces el monto original. La modalidad de financiamiento más cara impacta tu bolsillo sin que te des cuenta, sobre todo si dejas de pagar a tiempo.
Más allá de lo económico, el uso continuo de retiros en efectivo con tarjeta de crédito puede generar estrés y ansiedad por la deuda. Ver números rojos en tu estado de cuenta y sentir que no avanzas en tu pago mensual es una experiencia desmotivadora.
La CONDUSEF advierte que recurrir frecuentemente a esta práctica puede ser indicio de problemas financieros y dañar tu historial crediticio, limitando tu acceso a mejores condiciones en el futuro.
Evitar usar la tarjeta de crédito para retiros en efectivo no solo protege tu bolsillo, sino también tu tranquilidad. Al conocer las tarifas actualizadas y el impacto real de cada disposición, podrás tomar decisiones financieras más inteligentes y libres de estrés.
Empieza hoy mismo a construir hábitos saludables: planifica tus recursos, fortalece tu fondo de emergencia y busca asesoría si sientes que la presión de la deuda crece. Con pequeñas acciones constantes, lograrás una liquidez estable y un futuro financiero más seguro.
Referencias