Adquirir una vivienda es uno de los proyectos más emocionantes y desafiantes de la vida. Sin embargo, más allá del precio de compra, existen numerosos gastos que pueden incrementar significativamente la inversión inicial. Planificar con detalle estos costes te permitirá evitar sorpresas y afrontar la adquisición con mayor tranquilidad.
La cifra que aparece en el anuncio o en el contrato de arras suele ser solo la punta del iceberg. Acompañando al importe principal se suman impuestos, servicios profesionales y trámites administrativos. Todos ellos son imprescindibles para formalizar la operación y garantizar la seguridad jurídica de la transacción.
Además, estos gastos varían según la ubicación geográfica, el tipo de vivienda (nueva o de segunda mano) y la existencia o no de hipoteca. Por ello, es fundamental conocer cada partida y calcular un colchón extra para imprevistos asociados a reformas, mudanza o suministros.
Los impuestos representan una de las partidas más elevadas. Dependiendo de si la vivienda es de obra nueva o de segunda mano, se aplican:
Vivienda nueva:
Vivienda de segunda mano:
Por ejemplo, en la mayoría de comunidades autónomas el ITP oscila entre el 6% y el 10%, mientras que en el País Vasco se sitúa en el 4%. En el caso del AJD, lo más habitual es un rango entre el 0,5% y el 1,5%.
Estos gastos son inevitables en cualquier compraventa. Se dividen principalmente en tres conceptos:
Gastos de Notaría: La escritura pública cuesta, de media, entre 600 y 1.200 euros. Para una vivienda valorada en 100.000 €, el importe suele rondar los 850-1.000 €.
Gastos de Registro de la Propiedad: Inscribir la compraventa conlleva un coste aproximado de 400 a 650 euros, que representa entre el 0,1% y el 0,25% del valor del inmueble.
Gastos de Gestoría: Si tramitas la hipoteca con ayuda profesional, presupuestarás entre 300 y 500 euros para que la gestoría gestione impuestos y documentación.
Más allá de lo anterior, no olvides contemplar:
Estos importes pueden parecer pequeños de forma aislada, pero la suma total refuerza la importancia de anticiparlos en tu presupuesto.
Una buena planificación te ayudará a asumir cada coste sin agobios:
Comprar una vivienda va más allá de abonar el precio pactado. Cada partida, desde los impuestos de transmisión hasta los gastos de gestoría y tasación, compone un puzzle económico que debes resolver con antelación. Planificar de forma detallada, solicitar asesoramiento y mantener un fondo de reserva te permitirá convertir la compra de tu hogar en una experiencia satisfactoria y sin sobresaltos financieros.
Referencias