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Préstamos entre particulares: riesgos y cuidados

Préstamos entre particulares: riesgos y cuidados

15/07/2025
Maryella Faratro
Préstamos entre particulares: riesgos y cuidados

Prestar o pedir dinero a un amigo, familiar o conocido implica más que una simple transacción: es un acto de confianza y solidaridad. Sin embargo, sin una buena preparación, puede convertirse en una fuente de conflictos, problemas fiscales o incluso pérdidas económicas irreversibles.

Antes de comprometer tus recursos o tu tranquilidad, es fundamental comprender el funcionamiento, la legislación y las posibles consecuencias de estos acuerdos. Solo así podrás proteger la relación personal y evitar sorpresas desagradables.

¿Qué son los préstamos entre particulares?

Un préstamo entre particulares es un acuerdo de financiación informal en el que dos personas físicas pactan las condiciones sin la mediación de entidades bancarias. Aunque el proceso parezca sencillo, lo verdaderamente esencial es formalizar cada detalle.

En este tipo de préstamos, se pueden definir libremente aspectos como el importe, el plazo de devolución, el tipo de interés y las condiciones de amortización anticipada o en caso de impago. La ausencia de supervisión bancaria no exonera de responsabilidad ni de la necesidad de condiciones claras y transparentes.

En España, estos contratos se rigen por la Ley 16/2014 de contratos de crédito al consumo y, aunque a nivel privado no requieren autorización bancaria, deben cumplir con la normativa de transparencia y protección del consumidor.

Además, quedan exentos del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, siempre que se presenten en tiempo y forma ante la autoridad fiscal correspondiente.

Ventajas y motivaciones

En determinadas situaciones, recurrir a un préstamo privado puede resultar más rápido y accesible que acudir a un banco. Estas son algunas de las principales motivaciones:

  • trato personalizado y flexible: permite ajustar plazos, importe y tipo de interés según las necesidades de ambas partes.
  • Rapidez en la ejecución: al prescindir de estudios de crédito complejos, el dinero puede entregarse en pocos días.
  • Apoyo mutuo: los familiares o amigos pueden respaldar proyectos personales sin esperar la aprobación estricta de una entidad financiera.

No obstante, esta simplicidad debe equilibrarse con una visión realista de los riesgos y con procedimientos adecuados para mantener una buena relación.

Riesgos y cuidados esenciales

Los préstamos entre particulares entrañan peligros que pueden derivar en conflictos legales, fiscales y personales. Comprenderlos es el primer paso para anticiparse y aplicar las precauciones adecuadas.

Imagina que Marta prestó 5.000 euros a su primo para montar un negocio. Sin un contrato firmado ni pruebas de las transferencias, Marta tuvo que acudir a un juicio largo y costoso, en el que perdió parte de su inversión y dañó definitivamente su lazo familiar.

1. Falta de garantías jurídicas. Sin un contrato bien redactado y registrado, recuperar el dinero en caso de impago puede convertirse en una batalla tediosa y costosa.

2. Problemas fiscales. Si no se declarar el préstamo ante Hacienda o se obvian los impuestos correspondientes, se exponen sanciones, recargos e incluso investigaciones por presunta donación encubierta.

3. Conflictos personales. El impago o la interpretación ambigua de los términos puede dañar la relación, generando desconfianza y resentimiento.

4. Riesgo de impago. Al no evaluarse la solvencia del prestatario con herramientas profesionales, existe una mayor probabilidad de que surjan dificultades para saldar la deuda.

Este ejemplo deja claro que confiar únicamente en un apretón de manos o un mensaje de voz no es suficiente. La memoria falla, los registros desaparecen y el tiempo puede difuminar las pruebas.

Cómo formalizar un préstamo con seguridad

Seguir un protocolo riguroso proporciona un marco de confianza y facilita la recuperación del capital si surge algún inconveniente.

  • Redactar un contrato por escrito: incluye identificación completa de las partes, importe, plazo, tipo de interés, forma de pago y cláusulas de impago.
  • Elevación a público ante notario: este paso no es obligatorio, pero aporta importante garantía jurídica adicional y valor probatorio frente a terceros.
  • Registrar el préstamo si es recurrente: en algunos países se exige inscripción como prestamista para operaciones con interés anual.
  • Declararlo ante la Agencia Tributaria: presentar el modelo 600 en el plazo legal, evitando multas y problemas con Hacienda.
  • Conservar comprobantes de todas las transferencias: un respaldo ante litigios y prevenir conflictos y malentendidos.

Cada uno de estos pasos fortalece tu posición y reduce la incertidumbre asociada a los préstamos informales.

Consejos finales para un equilibrio entre confianza y seguridad

La mejor forma de proteger el vínculo personal es tratar el préstamo como si fuera un producto financiero más, con el mismo rigor y control.

Más allá del contrato, recuerda mantener la comunicación abierta. Revisar periódicamente el estado de los pagos y hablar con sinceridad sobre posibles dificultades ayuda a prevenir sorpresas.

Si ambos aceptan un protocolo de seguimiento, con fechas de pago claras y penalizaciones moderadas, se mantendrá un ambiente de colaboración y respeto durante todo el proceso.

Considera la posibilidad de utilizar plataformas especializadas que actúen como intermediarias, evaluando riesgos y gestionando los desembolsos a cambio de una comisión. Aunque puede suponer un coste adicional, añade seguridad y profesionalidad al proceso.

En definitiva, los préstamos entre particulares pueden ser una solución ágil y humana si se gestionan con analizar la solvencia del prestatario y con el mismo cuidado que cualquier operación financiera tradicional.

Adoptar estos protocolos te permitirá compartir tus recursos con confianza, sabiendo que has tomado todas las precauciones para evitar sorpresas, proteger la relación y asegurar el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

Maryella Faratro

Sobre el Autor: Maryella Faratro

Maryella Faratro