Heredar una vivienda encierra tanto ilusión como responsabilidad. Cuando el inmueble aún tiene un préstamo pendiente, los herederos deben conocer sus derechos y obligaciones para evitar riesgos innecesarios.
Al fallecer el titular de una hipoteca, su patrimonio—que integra todos los bienes y deudas—pasa por un juicio de sucesión. Si existía testamento, éste define la distribución; sin él, la ley intestada marca el reparto.
Antes de adjudicar la casa, deben satisfacerse las deudas con el patrimonio del finado. Sin embargo, los herederos no comprometen su patrimonio personal, salvo que acepten la herencia y sus activos.
La deuda hipotecaria no desaparece con la muerte del deudor. El préstamo sigue vigente y, de no abonarse, puede iniciarse un proceso de ejecución hipotecaria.
Para evitar la clausura de la hipoteca, existen mecanismos que permiten a los herederos asumirla y mantener la continuación de los pagos mensuales, evitando la activación de la cláusula de “pagadero a la venta”.
Los herederos interesados en conservar la vivienda deben seguir un protocolo claro:
En pocos días el banco informará de las opciones disponibles, que suelen incluir asumir la hipoteca en los mismos términos o refinanciar.
Tras la comunicación oficial, los herederos pueden optar por:
Es esencial responder a la interpelación judicial en el plazo habitual de 30 días para evitar la declaración de rebeldía.
Si los pagos se retrasan tras la muerte del titular, el acreedor puede reclamar el total pendiente o vender la casa en subasta. Esto implica:
Para minimizar riesgos, es aconsejable contar con asesoría legal especializada y honesta que guíe cada paso y valore alternativas como la venta o refinanciación.
La preparación de la documentación es clave. Se recomienda compilar lo siguiente:
En algunas comunidades existe protección legal para familiares directos, permitiendo al cónyuge o hijos seguir habitando si asumen las cuotas.
Heredar una casa con hipoteca no debe convertirse en una carga inesperada. Conocer el proceso, valorar el refinanciar la hipoteca o vender y decidir con información y prudencia facilitará conservar el patrimonio y proteger el bienestar familiar.
Referencias