En un entorno de cambios económicos constantes y uso responsable del crédito personal, es fundamental entender cuándo conviene realmente solicitar un préstamo. No se trata solo de acceder al dinero, sino de hacerlo con plena conciencia de las condiciones, riesgos y beneficios.
Las cifras del mercado crediticio en México muestran una ligera mejoría en las tasas de interés. En 2020, la tasa promedio alcanzó el 20% debido al impacto de la pandemia y las restricciones económicas.
Para 2023, esta tasa bajó al 18%, reflejando competencia creciente entre bancos y fintechs. En 2024, el promedio se redujo aún más al 17.5%, indicador de un mercado más dinámico y de nuevas alternativas de financiamiento.
Sin embargo, la morosidad es una alerta constante. El índice de morosidad (IMOR) de créditos personales llegó al 4.9% en febrero de 2024, y el índice de morosidad ajustada (IMORA) escaló a 12.9% en el mismo periodo. Esta tendencia al alza muestra que muchas personas enfrentan dificultades para cumplir con sus pagos.
No todo préstamo es malo; su utilidad depende de la finalidad y de la capacidad de pago. Solicitar un crédito puede ser justificado en las siguientes situaciones:
Por el contrario, nunca debe emplearse para cubrir gastos superfluos en el día a día ni como sustituto de una mala administración presupuestaria.
Las instituciones públicas y privadas ofrecen variadas modalidades de crédito. Un ejemplo revelador es el programa de créditos ISSSTE en junio de 2025:
Este esquema busca apoyar el bienestar financiero de empleados y jubilados, bajo reglas claras y sin intermediarios.
Solicitar préstamos sin una verdadera necesidad puede derivar en una espiral de sobreendeudamiento. Aunque las tasas de interés han disminuido, siguen siendo elevadas en comparación con otros mercados.
Un incremento en la morosidad implica que más personas no logran pagar a tiempo. Esto puede generar:
La consecuencia final suele ser una carga financiera difícil de superar, con impacto emocional y social relevante.
Antes de aprobar un préstamo, las entidades analizan varios criterios claves. Conocerlos ayuda a prepararse y mejorar la probabilidad de aprobación:
Adoptar hábitos financieros sanos reduce riesgos y mejora resultados. Considera estas sugerencias:
Una planificación financiera rigurosa y consciente es la base para tomar una decisión informada antes de endeudarse.
En el ámbito internacional, las plataformas fintech ofrecen tasas promedio cercanas al 11.61%. Durante 2025, estas plataformas han movilizado más de €11.5 mil millones en préstamos, con €440 millones en el mercado secundario.
Los programas oficiales, como los del ISSSTE, están diseñados para proteger a jubilados y empleados públicos. Estos esquemas tienen regulación clara y evitan comisiones ocultas, promoviendo el bienestar financiero.
La responsabilidad social y legal recae tanto en las instituciones como en el prestatario, quien debe actuar con conciencia sólida y prudencia financiera.
Pedir un préstamo es una decisión relevante que impacta a mediano y largo plazo. Siempre reflexiona sobre la urgencia real, compara opciones y planifica con anticipación.
Prioriza la estabilidad de tu economía personal sobre la gratificación inmediata. Con evitar caer en la sobreendeudamiento y evaluar alternativas, lograrás un equilibrio financiero más saludable.
Recuerda que un crédito bien usado puede ser una herramienta poderosa; mal manejado, puede convertirse en una carga. Tómate el tiempo para informarte y proteger tu futuro.
Referencias